de otro tiempo.
Teñida de azul, con el alma
abanderada al viento y un amarillo
de nostalgias y dulces notas.
En el almíbar de una cálida voz,
se estremece el ánimo dormido
y brota la sensualidad, como un presente
entre dos luces.
Todo fluye despacio, a ritmo
de caricias y susurros al oído
y la música llena los sentidos,
calando hasta la médula del alma.
Escrito en Mayo 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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