de las puertas que me fueron cerradas.
Dejaré que la luz llegue cada mañana,
aunque las sombras siempre se muestran al amparo de la luz y en un
vértigo de claridades retenemos
la imagen en nuestras pupilas.
Cuando se vive en la sombra, la luz
hiere nuestros ojos y se desconfía
de sus beneficios.
Las sombras se muestran con seriedad,
a falta de una sonrisa clara y un destello
que ilumine su gris existencia.
Escrito en Mayo 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
No hay comentarios:
Publicar un comentario