hay un problema latente,
que se dispara en tu mente,
llegando a tu corazón.
En su flujo, la corriente
va atrapando tu criterio
y no lo tomas es serio,
nada de esto se presiente.
Comienza una desazón,
con un fuerte nerviosismo
y te olvidas de ti mismo,
por tu desesperación.
Pues, tratas de controlar
el peso en las emociones,
pero, escaso de razones,
sientes ganas de llorar.
Pretendes solucionar
el problema, al relajarte,
pues no es cuestión de enfrentarte
y lo debes de afrontar.
Todo en su justa medida,
en la calma se resuelve
y el problema se disuelve,
al encontrar la salida.
Escrito en Abril 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz".
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