con la ternura de unas suaves alas.
Mi corazón, saltó desde el pecho alborozado
y una sonrisa quedó dibujada en tus labios.
Supe que eras luz,
porque mi cuerpo resplandecía
y un murmullo de voces y besos
me dijeron que tu eras Dios y Mujer.
Desde entonces…¡Te amé !.
Escrito en Junio 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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