te niegan el amor y apura el vaso.
La vida se bebe sorbo a sorbo
y ya no sé si me aman o si estorbo...
Tendré que encontrar en mis adentros
el ánimo que surge de los encuentros.
Sabré si por amor estoy herido,
o acaso descubrir, que nunca me han querido.
Amarme como amé, sin condiciones,
aunque fueran infaustas sus acciones.
Total, la soledad nunca abandona,
a quien busca su refugio y amontona
latidos de un marchito corazón,
perdido en el caos de la razón.
Escrito en Julio 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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