venablos de luz, hacia todos los confines
inexplorados o recientemente reconocidos.
El agua simulaba un cristal
de perlada apariencia, cuya transparencia
era tal, que los pececillos eran de plata y rubí,
bajo su mágico espejo.
Reflejaba la luz incidente y de su reflejo,
brotaban mil diminutas estrellas de luz
en el azogue impenetrable de su estructura.
Era Junio o Agosto, no sé…fué tan sólo
ese instante en que conversan la luz y el agua,
cuando las hadas surgen y fugazmente huyen,
riendo en cascabeles de lluvia o murmullo
de hojas, que el viento arrastra
sobre la espalda de la tierra.
Escrito en Julio 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.” zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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