o cauces de río. Son la aparición de algo
que se desliza hasta nuestra realidad
y conforma una inequívoca señal,
de que estamos ante la sublimación,
surgida desde nuestros pies hasta
lo más real y auténtico de nuestra visión,
que emociona a nuestro ánimo,
durante su descubrimiento.
Una vertiente, una mano que se prolongará
en el ámbito, donde nuestra voluntad
se mueve y agita.
Lejos de la incomodidad, encuentra
un sentido hábil y útil, que se va alargando
sin diluirse en nuestro camino,
sin la pausa inmediata, pero presentida
para que se pueda gozar
de ese instante irrepetible.
Escrito en Julio 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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