en una taza de buen café.
La vida, a veces amarga, se posa en el fondo
y endulzamos en ocasiones, el amargor
que dejan ciertas experiencias.
Me voy diluyendo en esta vida que se extiende
ante mi y me va recogiendo en su seno,
para desaparecer conmigo y otorgar
a otras vidas, la posibilidad de mostrarse
realizarse con el azúcar que queda
en el fondo de una taza de café.
A veces, olvidamos removerlo
con una cucharilla, para lograr
que nuestra existencia sea
más dulce y llevadero.
Escrito en Julio 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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