tratando de encontrar las claridades
que portan en su cetro las deidades,
para llevar a cabo su conjuro.
Para crecer en gloria y alabanza,
porque la luz, al fin esclarecida,
aporta la belleza, que en la vida,
nos nutre el corazón y se afianza.
Gime la luz, buscando entre la sombra,
un hueco donde pueda liberarse,
quien es destello en luz, comienza a amarse
en ese sentimiento que le asombra.
La luz igual que el agua, nos anega
y es tal la sensación de plenitud,
que el gozo en su experiencia es la virtud,
que a todos nos conforta y no se niega.
La luz, al corazón llena en su centro
y el alma iluminada va creciendo,
cuando por su razón, se va extendiendo,
llenándonos de paz en ese encuentro.
Escrito en Julio 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario