que al viento se lanzó de un minarete,
una voz, que a la oración te compromete,
honda voz, que es por todos escuchada.
He sentido de este pueblo, la emoción
emergiendo como agua en el desierto,
escuché clara esa voz, y muy despierto
la he guardado dentro de mi corazón.
Es un pueblo religioso y entregado,
orgulloso de su estirpe y su carisma,
una raza superándose a sí misma,
bajo un sol en redondez esmerilado.
Estos días viviré por sus caminos,
esa suerte de gozar de su cultura,
recio pueblo en virtud de su estatura,
en sus valles y desierto de beduinos.
Llevaré dentro de mi, su hospitalaria
condición, de tan humana arquitectura,
por su arte, honestidad y su cultura…
yo me sumo con mi voz a su plegaria.
Escrito en Octubre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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