en su continua ascensión,
pues si manda el corazón,
la mente así la persigue.
Mente, corazón y alma
para romper los esquemas,
de signos y teoremas
que interrumpen nuestra calma.
El alma es para sentir,
que todo en justa medida,
es el caudal de una vida,
que intentamos discernir.
Buscar un solo modelo,
que podamos disfrutar,
vivir para recobrar
el aliento de un anhelo.
Anhelo o sueño que flota,
inmerso en la mente ufana,
que asiente y le pone ganas,
sobre la idea que brota.
Todo su descubrimiento,
nace de la mente, y luego
establece un nuevo juego
en un atrevido intento.
Escrito en Octubre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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