se forma a cada paso un universo,
surgiendo de una fuerza inteligente…
razón de inagotable recipiente.
Toda su concreción es lo concreto,
que admite cultivar el intelecto,
construye la razón, como arquitecto
y en su genial figura, un verso inquieto.
Palabra a palabra, verso a verso,
rompiendo los silencios con la frase,
que sirva de cimientos y de base,
para crecer del suelo en que está inmerso.
Alzándose las voces silenciadas,
en una extensa carta o una misiva,
con una claridad resolutiva,
que baste para ser bien pronunciadas.
Para emitir un grito, sin temores,
que vayan a acabar en un perjuicio
y recobrar un sano y firme juicio,
desde la humanidad y sus albores.
El arte en la dicción y la elocuencia,
será como agua pura, que disuelve,
el barro que en el fondo se revuelve,
cuando en nuestra razón, hay turbulencia.
Escrito en Noviembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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