son cuencos vacíos,
pero fluyen juntas.
Son igual que ríos
llenos de preguntas
entre dos hermanos.
Me lleno de tu alma,
cuando en los abrazos
se estrechan los lazos
y vuelve la calma.
Nace una propuesta
y de esa unidad
surge una verdad
libre, nunca impuesta.
En mi va creciendo
por ti, una emoción,
pues tu corazón,
en mi está latiendo
y ahora comprendo.
que somos iguales,
lo mucho que vales,
lo mucho que valgo
y me acerco y salgo
de mi soledad,
pues no hay más verdad
que la que sentimos
y es lo que exprimimos
con sinceridad.
Nuestro hermanamiento
es algo glorioso,
nada hay más hermoso
que el razonamiento,
de estrechar tu mano
y unida a la mía,
ver nacer el día.
Ese nuevo día,
que rompe fronteras,
la mejor bandera
es nuestra alegría.
Ver en los adentros
el gozo de vida,
cuando es compartida
desde los encuentros.
Escrito en Octubre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario