en la rosa y alhelí, sutil difunde
un misterio que en mi mente se confunde
con un grato sabor a dulce miel.
Es acaso evocación de ese recuerdo,
que en mi ser, siempre pretendo atesorar,
tu presencia he de sentirla, para amar;
son instantes que en tu ausencia siempre muerdo.
Mi avidez es un suspiro que se escapa
de mi alma, que te anhela y que te llama
en un pálpito que surge y que se inflama
y a la cruda realidad, cierra y solapa.
Pues tu amor es esa lluvia que me empapa
dulcemente en la nostalgia de la noche,
para amar, no he de elegir un mejor broche,
que un destello en tu mirada, que me atrapa.
Y me vence, como amante convencido,
pues amarte es volver a recordar,
que el impulso, que sentimos al amar,
es saber que en el amor he renacido.
Escrito en Octubre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario