guardada en su corazón,
en un escueto rincón,
mostrándonos su belleza.
En sus manos, una flor
y en su rostro la expresión
de soledad en la espera,
por si alguien que lo quiera,
llegue a prestar su atención…
¡Una mirada de Amor!.
Lucía era pequeña,
menuda como un suspiro,
la vida cambió su giro
y no se mostró risueña.
Pocos vieron la blancura
de su alma, y maquillada
su cara nos fue mostrada
en su faceta más pura.
Triste amor en una esquina
de un gran banco de finanzas,
se marchitó su esperanza;
su rosa llevaba espina.
Escrito en Octubre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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