y ya no me encontrarás,
sin duda me olvidarás
y así te complaceré.
Todo aquello que he vivido
para mi, se ha de quedar
y a la hora de marchar,
seré una sombra en tu olvido.
Se quedarán mis poemas,
que tanto te molestaban,
pues las rimas no brotaban
sobre tus míseros temas.
No sientes la poesía
en toda su dimensión,
pues no tienes corazón,
ni la trabajas al día.
Intentastes mi trabajo,
apartarlo de la escena
y eso me causa una pena,
aunque no se venga abajo.
La envidia no vencerá,
pues jamás te causé un daño,
mis versos, año tras año,
alguien por fin leerá.
Así pues, yo le he entregado
mi vida a la Poesía
y florecerá ese día
en que admitan mi legado.
Escrito en Octubre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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