descendida, desprendida de tus plumas
en una notoria mirada agónica en tus ojos.
La miel reseca, quedó en los bordes
de los recipientes hallados entre el descuidado
ajuar de un pasado feliz .
Desciende tu honda pena, para estrellarse
contra los abruptos perfiles
de una cruenta realidad, que apaga
un último destello de cera abatida sobre
ese impulso de vida, que de tu alegría brotaba.
Permaneces intacta ¡ Oh tristeza de cianóticas
ojeras! ocultando el rielar de mis ojos,
tras una noche insomne.
Las estrellas del rocío se cuajan
sobre los pétalos y en los párpados queda
una pesadumbre que intenta huir
de la levedad de una existencia fútil,
cuyos estambres son esparcidos
por el viento de la adversidad, en espera
de otra primavera luminosa.
Escrito en Septiembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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