dejando un leve trazo blanquecino ,
altera en cada signo su destino
y queda su carácter enmarcado .
El tiempo de su vida se eterniza,
si nadie le increpa en su camino,
borrando ese trazo, que adivino,
se irá debilitando por la tiza.
La tiza tiene un alma pura y noble
pero es débil sin duda, por su hechura
se quiebra por su endeble arquitectura,
se rompe y no ha lugar a que se doble.
Los trazos de la vida se asemejan
a rastros de una tiza que se quiebra,
el tiempo que nos quede, se celebra,
ajeno a las voces que aconsejan.
Vivir sin el temor, es trazo firme
el miedo hace temblar la decisión
que hace que al seguir mi corazón,
disfrute del momento, ante de irme.
Escrito en Septiembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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