crece en el gozo y se desborda
en un rumor de brisa, que antes sorda,
estalla y me salpica en la ilusión.
Se estrella el agua contra el malecón,
que frena una pasión incontenida,
agua que da un impulso a nuestra vida,
motor que nos transmite una emoción.
Emoción, que vierte el agua, por fluido,
que discurre de la mente hasta mis ojos,
destruyendo todo acopio en los enojos,
al compás de ese único latido…
… que palpita en un pecho alborozado;
los encuentros son del alma, marejadas
que conquistan a la playa enamorada
o ese puerto, que en su calma hemos varado.
El amor y la amistad, visten de gala,
se disloca sólo el mar, en ocasiones
en que crece preso de las emociones
y un destello de luz se nos regala.
Escrito en Enero 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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