de las horas .
Se suceden un cúmulo de anécdotas
que logran cambiar los tonos
de cada amanecer y la dirección
de nuestros pasos sobre el camino.
Las alegrías vuelven
a sus nidos deshabilitados y el musgo
brilla alegre, con un verde esperanzado,
al discurrir de nuevo el agua, por el muro
donde fija su vida y su atención.
Hoy en un buen día, porque quiero creer
que es así y para obrar este milagro,
sólo basta con creer que es posible.
Escrito en Enero 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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