a punto de florecer
y otro nuevo amanecer
con un sol envuelto en llamas.
Y ese sentido fervor
por aquello que soñamos,
que aunque aún no lo abarcamos,
esperamos su favor.
Aún nos queda el suspiro,
por ese anhelo que sientes,
deslizar entre tus dientes
y es por ello que lo admiro.
Porque la ilusión, si es mucha,
no ha de detener su paso
y sin temor al fracaso,
ha de seguir con su lucha.
Escrito en Enero 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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