de su mano van, caminan
por el verso que apadrinan,
por su gracia y candidez.
Les hablo de una gran dama,
cuya virtud es destello
del ángel más puro y bello,
cuyo fulgor es su llama.
Sin apenas pretenderlo,
por su calidad humana,
brota el verso y se derrama
y me apresuro a beberlo.
Su amistad crece en mi alma
y brota como una flor
de un puro y genuino amor,
que me devuelve la calma.
La calma y la confianza
que perdí sobre mi mismo;
por ella crucé el abismo,
inspirado en su templanza.
Begoña Barbier, el cielo
que me has mostrado es real,
si mi vida fue un erial,
mi meta es sólo un anhelo…
Vivir en la Poesía,
un vasto y gran universo,
la estrofa de cada verso,
será un instante del día.
Un día por compartir,
nacido de una emoción,
pues vibra mi corazón
por la emoción de existir.
Viviendo esa gran verdad,
de compartir lo que amamos
y esa joya que guardamos,
que nutre nuestra amistad.
Escrito en Junio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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