y algunas ideas revoloteando en la azotea,
que se sujetan levemente con pinzas.
He tratado inútilmente de escapar
de lo absurdo, pero sigue picoteando
la pequeñas razones, que aún se mantienen
con la primigenia virginidad intacta.
Los instrumentos del poder, cercenan
la libertad de pensamiento y el libre albedrío
en todo razonamiento, que ahora forma parte
de una ficción, que pertenece
a un remoto pasado.
Las alegrías son breves y escasas,
como la cristalina agua que anega el alma,
al sentirnos plenos y saciados de dicha.
La alegría es la pólvora de un instante,
que estalla en mil colores y carcajadas.
Efímera y explosiva, rompiendo el hechizo
del silencio y creando una nueva armonía.
Incómoda comodidad, a la cual
no nos acomodamos, por la falta de inercia
para proyectarnos libremente hacia un estado
de plenitud permanente.
Escrito en Junio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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