en estas tierras.
Un profundo eco, que surca
los áridos desiertos de blanca celulosa
y construye sobre ellos un oasis de amor,
derramando una lluvia de bendiciones.
El orgullo de una casta de hombres,
que ha luchado siempre, unos con las armas
y otros con el poder de sus palabras.
Derribando muros construidos
con los temores, rodeando a los amigos
con el cálido abrazo y una hospitalidad blanca,
como el alma que guarda y atesora
dentro de su pecho.
Grande mi hermano, como el viento
que sopla en las tormentas de arena,
y sin embargo, suave y gentil,
como espuma de un mar que besa
las blancas playas o las mejillas,
encendidas en el rubor, al escuchar
las palabras de amor que brotan
de su versos.
Escrito en Junio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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