y aspiraba el aroma, que el aire traía
del carmín de los besos recientes.
Encendía hogueras de pasión
en los cristalinos ojos, que emocionados
la contemplaban.
Y se fue, se fue como leve brisa de primavera,
dejando las hojas verdes bajo el sol
y una sonrisa temprana en todas
las memorias .
Fue el amor, cobrando cuerpo y vida,
exhalando un suspiro que acariciaba
los rostros y las almas.
Amarla era un sueño, pero su cuerpo
era frágil cristal con alas de mariposa
y llegada la noche, ascendió
hacia las estrellas, dejándonos
el insomnio de la esperanza
y un hermoso sueño de amor, del cual
jamás quisimos despertar,
por temor a su ausencia .
Escrito en Junio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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