como un extenso campo, donde la vista
se confunde con el horizonte.
Sobre un inmenso mar, donde posar
nuestras alegrías y ahogar nuestras penas
en sus profundidades.
Sobre las alas que nos elevan
sobre las cumbres, merced al viento …
Caminaremos, nómadas del aire,
con la nostalgia de la tierra en nuestra alma
y un cálido aliento de esperanza,
ante un nuevo descubrimiento, que haga
que nuestra vida, sea una inmensa plenitud
de mar abierto, sin arrecifes, ni escollos
que impidan nuestra navegación,
en una decidida travesía, que sin duda
hemos de cruzar.
Escrito en Junio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario