…Y sentirme así, como un cuerpo único
transmitido entre la luz y la sombra.
Como un atenazado silencio,
cuando la soledad extiende su brumosa
presencia de raudos pensamientos
o pájaros inertes, que descienden
desde un desgranarse en horas.
Sentirme así, abatido en un mar de espumas
y voces que se alejan, cuando ya
nada importa y nada se espera.
Cuando todo se concreta en una inacción
en la relajada melancolía de las hojas muertas,
entre viejos libros o sudarios.
El resplandor único de la vida o el martilleo
de esos segundos, que quedan atrapados
en las alas de las mariposas, o esa distracción
necesaria y piadosa, de quien va dejando
sus huellas sobre el camino, para que el viento
las borre.
Escrito en Junio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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