lo empleas como herramienta para crear algo.
Es como alimentar el fuego de una idea
y no mantener la llama en lo alto, para que
se sostenga.
El pensamiento genera una idea, que debe
desembocar en el crisol de la boca,
por medio de la palabra.
La palabra engendra el proyecto que
desencadena una acción postrera.
Por ello, cada pensamiento tiene forma
y vida propia.
Debemos mantener la idea, y no sólo eso …
Ninguna idea puede sobrevivir sin la acción
necesaria, para construir con ella un mundo
mejor, o al menos intentarlo.
Esa es, sin duda, la dimensión real
de toda persona.
Escrito en Septiembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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