por hebras vegetales, que a veces se enredan
y hieren con sus espinas.
Entonces la voz es un pájaro que canta
y rompiendo el silencio, su trino roza
la armonía entre lo más bello y lo más trágico.
Un poco de nuestro ser, va muriendo lentamente y se rompen las ligaduras
que sujetan a la razón, surgiendo desde
lo más oscuro, la densa sangre del odio,
la consternación y una agonía, que trata
de liberar al ave cautiva que anida
en nuestro pecho.
Dicen que existe un cielo, pero
cuando tus ojos se llenan de lágrimas
y tu cabeza está entre tus piernas,
sujeta con tus manos en un gesto desesperado, nuestra vista no alcanza
a verlo.
Hay nidos dentro del alma y aves que llevan
en su plumaje la libertad y el cautiverio
de unas alas cortadas, por el cruel capricho
de algunos poderosos, que no encuentran
el camino de salida de su propio infierno.
Escrito en Septiembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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