Libre, con el viento a la espalda y el horizonte
justo a la altura de los ojos.
Sin fronteras, ni enemigos, sin envidias.
Desnudo de prejuicios y vestido de razón.
Con el amor por bandera y el juicio sano
sobre la frente. Con la dignidad necesaria,
para que nadie tenga que agachar la cabeza
por mi, ni yo por ellos.
Sobre una tierra de nadie, porque es de todos.
Sin la imagen de un dios tenebroso,
sin un infierno al que temer y sólo
la amplitud de un cielo, para soñar
y ver convertido cada uno de nuestros sueños,
en una realidad presente cada día,
ante nuestros ojos.
Será tan sólo un sueño, pero es…
¡Un hermoso sueño !.
Escrito en Septiembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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