la sangre, que como agua de mar te sacia
rápido y como la sal, aumenta tu sed.
El amor no debe conocer la violencia,
porque en la calma de su superficie, se puede
sentir la cálida caricia del sol.
Sólo en las profundidades del deseo
y la obsesión, el abismo insondable
impide el paso de la luz y el alma se torna
de una opacidad tan grande, como una noche
sin estrellas.
Escrito en Septiembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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