deja en la noche su estela,
para quien sueña y anhela
seguir detrás de su huella.
Dios se convirtió en un niño,
recobrando la inocencia,
la paz, ya tiene licencia
y se extiende en el cariño,
Pues todo amor, así empieza
y aún naciendo en la razón,
habita en el corazón,
subiendo hasta la cabeza.
Todo amor es razonar,
que no se debe hacer daño,
porque es muy largo este año,
si se nos olvida amar.
La mirada de un infante,
en el caso acontecido,
muestra en un recién nacido,
la ternura de un instante.
La paz y felicidad,
se deben considerar,
pues nuestra meta es amar
esta feliz navidad.
Escrito en Diciembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario