cuando se encuentra el amor,
bajo un cielo redentor,
un relámpago incipiente …
despierta de su letargo.
Es el íntimo deseo,
de cuanto en mi anhelo veo
y es distinto, sin embargo.
Adquiere un nuevo matiz,
pues la existencia, hasta ahora,
era vencer esa hora,
que apunta hacia mi nariz.
Se agudiza la atención,
aunque soy más vulnerable
y a la vez, un trato amable,
brota de mi corazón.
Se vive con plenitud
y puede ser que el amor,
dé más sentido y valor,
a esta ingente actitud.
Así, que lo que decida,
ha de tener un sentido,
pues no es un sueño perdido,
si da valor a mi vida.
Escrito en Diciembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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