de la grandeza en lo más ínfimo.
Todo lo pequeño, en su humildad,
contiene una grandeza no declarada,
que emerge para llenar los ojos,
que son capaces de admirar y amar la belleza.
Desciende desde tu impoluta realidad
hacia los insondables abismos que guardan
todos los sueños que perdiste en tu niñez.
El plumaje de los sueños arde entre las llamas
de una realidad que todo lo consume.
La fantasía es la varita mágica del mago
que fuimos en la infancia, donde nada
es imposible, hasta que despiertas
entre sollozos, cuando caes desde tu cama.
Vuelve con tus ojos más puros y tu alma
de niño a crear el mundo. Se necesitan
almas puras para regenerar este planeta,
antes de despertar de un hermoso sueño
y ver que se ha convertido en nuestra
peor pesadilla.
Vuelve a mirar con ojos de niño y piensa que, la grandeza se halla en las cosas pequeñas.
El alma no conoce el tiempo y el tiempo
no puede detener la voluntad de volver
a crear belleza en el mundo que habitamos.
Escrito en Mayo 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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