sin parar de caminar
y es como navegar
sin un rumbo entre las olas.
Hay quien escucha sonidos
molestos en su conciencia
y colmando su paciencia
se tapará los oídos.
Hay quien consigue vivir
ajeno a la muchedumbre
y quien, por mala costumbre,
no escapa, ni pude huir.
Porque siempre le han mentido,
con una responsabilidad,
que lejos de ser verdad,
lo mantiene sometido.
Y pasa la vida entera
al borde de un gran abismo,
se ha olvidado de sí mismo
y se mantiene a la espera.
Nada cambia, ni sucede
que le pueda rescatar
de la obligación de estar
y aunque quiera, ya no puede.
Las costumbres se hacen leyes
y si te das por vencido,
un yugo, como castigo
tendrás, igual que los bueyes.
Escrito en Mayo 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario