domingo, 5 de mayo de 2024

La esencia del Ser.

Apreciar, aceptar y amar el espíritu que nos 
conforma.
Lejos ya de la forma o la apariencia
que distrae los sentidos en la contemplación.
La esencia inagotable, el ser. Todo aquello 
que motiva un estremecimiento ante 
la emoción de reconocernos como germen 
de vida.


La esencia divina, que no necesita etiquetas,
cuando la presencia del tiempo separa
y disgrega lo efímero de lo imperecedero.
Todo lo que debe morir, para lograr 
esa eternidad, en la cual no existen
espacio, ni tiempo.

Evo es la medida de lo que no tiene medida.
Evo es el movimiento y la quietud de la
eternidad.
El destino de todo aquello que vive
y permanece inalterable.


La alquimia, que transforma el cuerpo pútrido 
en el oro resplandeciente del espíritu.
La búsqueda de la verdad llega a su final,
porque errados, buscamos fuera, todo lo 
que nos fue dado y no lo advertimos.


La luz interior, la llama inextinguible de vida
en el orden divino y el equilibrio que mantiene 
el universo en conexión con nuestro ser.
Somos eternos y nunca llegamos a saberlo,
porque perdimos la luz de la fe y asesinamos 
todo concepto, que no llegamos a comprender.


Nuestros temores nacen de nuestra ignorancia 
y fue dicho: “La Verdad os hará libres”
y fue celosamente guardada en el interior 
de nuestras almas.


Escrito en Mayo 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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