el gusto por la belleza,
nada acaba y todo empieza,
cuando se acude a una cita.
Primero en la observación
está dispuesta la vista,
lima el hueco que equidista
todo un ritmo en dispersión.
Se aprovecha la ocasión,
siempre que se halla un motivo
y se está tan receptivo
que te embarga la ilusión.
Nadie puede asegurar
en qué segundo se siente
esa caricia inminente
que se va a manifestar.
Pues el amor, caudaloso
llega en raudal y al instante
y al cruzarse por delante,
puedes sentir que es hermoso.
Pues su belleza se admira,
cuando abriendo los sentidos
en los instantes perdidos,
tu pupila es la que mira.
Y no es por ostentación,
poder disfrutar en pleno,
sí el corazón está lleno,
de esa luz en tu visión.
Escrito en Mayo 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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