Arrogancia es el pensar
que siempre tienes razón,
guiado en el corazón,
sin acaso meditar.
O analizar las acciones,
sus causas y sus motivos,
sin son gratos o lesivos
los cursos en las decisiones.
Arrogancia es suponer
que estamos en una esfera,
en la cual no está cualquiera,
porque así no puede ser.
Porque siempre ha habido clases
y estamos en un listón
más alto que la emoción
en imprecisos desfases.
Nadie encima, ni debajo,
sólo Dios en las alturas,
no inventemos estructuras
que luego se irán abajo.
Escrito en Octubre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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