Todo lo que tengo es lo que os doy,
una brizna de hierba fresca entre los dientes,
un susurro amable en los oídos,
o una hoja suspendida
en brazos del viento.
Todo lo que soy, es lo que veis.
No soy don Juan, ni Cyrano, ni Gepetto,
tan sólo un hombre más, una mente inquieta,
un suspiro incontenido en la voz
de un poeta.
La bella mentira de un sueño,
que trata de cambiar la áspera realidad,
que nos erosiona y desgasta,
como desgasta la vida, en la fricción
del tiempo y sus múltiples arenas,
esmerilando los rostros y las almas.
Todo lo que tengo y soy,
es la posesión efímera de un segundo
de paz y felicidad, que comparto
antes de su total desaparición.
Escrito en Octubre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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