No quiero la resurrección
de la carne en el pecado,
bastante huella ha dejado
en mi frágil corazón.
Creyendo, que la emoción
era la justa medida
del bálsamo, que en la vida
calmará toda aflicción.
Cuando en verdad, el amor
es daga de doble filo
y está pendiente de un hilo
el convertirse en dolor.
El Amor produce apego
con la fuerza en la costumbre,
se hace rápido la lumbre
para propagar su fuego.
Es el amor quien resume
nuestra apuesta por la dicha,
cuando surge la desdicha
y en su fuego se consume.
Escrito en Octubre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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