en un mundo que ha perdido el corazón,
ya carente de equilibrio en la razón,
turbio espejo, que antes fuera transparente.
Manejados por temor, ya nuestros hilos
se enredaron entre todas las conciencias,
cometiendo las fatales imprudencias,
consintiendo que vivamos sobre el filo.
Este mundo se nos va despedazando,
ya no importa la razón, pues se ha perdido
todo aquello, por lo cual hemos vivido,
se detiene, pues no vamos avanzando .
Y nos hablan de futuro y de progreso,
cuando todo se sepulta y viene abajo;
si los jóvenes carecen de trabajo,
sólo es un miserable retroceso.
Escrito en Noviembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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