que galopa y surca el viento
y hasta en el último intento,
como barco de papel …
navega sobre tu piel.
Alocado soñador,
que procurando tu anhelo,
baja directo del cielo
para alcanzar el favor
de una mirada serena.
Corazón, fuego y arena
del tiempo, que entre mis manos,
me arrebata un dios profano
y apenas queda el sabor.
Mi pensamiento: Un anhelo,
la dicha del condenado,
que con su mano ha rozado
tu falda con amplio vuelo.
Si el Cielo, sólo es soñar,
con lograr el Paraíso,
para amar, ya no es preciso,
morir, sufrir o penar.
Escrito en Noviembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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