al calor de una emoción fecundada,
surge una chispa aérea, capaz de incendiar
la razón y envolver el aire de nuevas fragancias.
En volutas y espirales, se van tejiendo
bellas imágenes y en ese hueco deshabitado
de la memoria, va brotando
como en un pálpito, voces, ideas, reflexiones,
que conformarán la ideología y la estética
de un poema.
Acaso sentir el roce de sus alas, sea el motivo,
por el que la inspiración, no ha muerto.
Despertemos del letargo, pensamientos
y sentimientos, porque la vida explota
en color y en armonía.
Tan sólo espera la mano que la recoja
y la interprete.
Aguarda a esos ojos, colmados de emotivas
lágrimas, que narren la belleza poética
de cada instante.
Rozar la locura o el éxtasis. Vivir, sentir o sufrir
la belleza y saber, que de un sólo brote
de poesía, puede llenar tu alma y alcanzar
la inmortalidad.
Escrito en Noviembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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