el beso que se ha extraviado
en un sueño deseado
o un guijarro desvalido.
Agua vertida en un pozo,
de lluvia, y por su frescor
nutre a la tierra el calor,
para no perder su gozo.
Un gozo será encontrar
un motivo de alegría,
pues viviendo día a día
es muy fácil tropezar.
Y entonces, es cuando empiezo
a fundamentar la idea,
para el que contemple; vea
con qué fortuna tropiezo.
Si el viento sopla a favor;
de su suerte, me alimento,
mas, si ha de cambiar el viento,
cambia mi suerte a babor .
Porque al fin, soy trovador,
así muestra mi destino,
que aunque no soy un marino,
de letras soy su armador.
Escrito en Noviembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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