contemplo un pensamiento liberado,
no sé porqué razón se habrá llegado,
tan sólo sé la ruta en la que voy.
La puerta oculta el rostro de quien miente,
se cierra a la razón, y va mermando
la idea que pretende ir avanzando,
tal vez por temeraria y por valiente.
Ante la puerta estoy, y no es mi caso,
perderme y conceder fuerza a un poder,
que sólo se preocupa de vencer,
aunque ello nos arrastre hacia el fracaso.
La lucha siempre fue sobrevivir
al tiempo que vivimos, sin remedio
y habrá que echar valor, tierra por medio,
pues este es nuestro precio al existir.
Escrito en Noviembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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