si al amar lleva su furia
al límite en la lujuria,
cuando se trata de amar.
No existen limitaciones,
para quien amando, entrega
su vida y jamás le niega
su pulso a dos corazones.
Corazones enlazados,
como hiedra o enredadera,
porque su verdad primera
es sentirse enamorados.
Por ello, en grato delirio,
sólo son un corazón;
el resto, imaginación
entre el placer y el martirio .
Escrito en Noviembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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