de los árboles, con el carmín de los besos
de los románticos enamorados.
La lluvia será mansa, como melancólicas
lágrimas y en las chimeneas crepitará
la leña seca entre las llamas.
Se irá lejos el viento sur y su sofocante
calor de caldera, forjada en los desérticos
infiernos.
El viento se arrastrará sin pies sobre las calles
y el milagro del agua se copiará en infinitas gotas.
Volverán de nuevo, aquellos pensamientos
que dejamos un día, sobre la alacena
de nuestros recuerdos.
Escrito en Noviembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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