sobre el diente de la noria,
que gira por mi memoria
en un tiempo que agoniza.
Blanco, como mis cabellos
o la inocencia perdida,
blanca la pena dormida
entre los sueños más bellos.
Blanca, la harina y su albura
de blanco comprometido,
más blanco, el hueso abatido
que yace en su sepultura.
Blanco por blanco jurado,
en piedra que vuelve a rodar,
blanca, la espuma del mar
y el lecho, por reposado.
Blanco de frío y de invierno,
blanco es el escalofrío
sobre un congelado río,
con aguijones de infierno,
Escrito en Junio 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz ".
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