mi mirada se perdió en unos ojos impíos
y cree que la tristeza es mi merecido
infierno.
No me sale amor, cuando huelo
tu muerte en vida, apuñalando
todo mi cuerpo con un inmerecido desprecio de quién todo lo recibió de mi.
Ruego por tu muerte en mi olvido
y por mi destierro del dolor,
no por venganza, sino por justicia divina.
Algo explotó dentro de mi y aunque
sin demasiado rencor, la apatía habita
dentro de mis escasas alegrías.
Escrito en Junio 2017 por Eduardo Luis
Díaz Expósito."zuhaitz".
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