y arrastre el lodo seco de todos
los rencores.
Que se lleve el daño y repare
las celdillas rotas, por donde el amor
se dió a la fuga.
Quiero que llueva y el viento arrecie,
peinando las hojas verdes
de mi esperanza y arremoline
las hojas secas, en un rincón, donde
los recuerdos sólo están,
para un breve repaso, cuando
caminamos sin prisas, sintiendo
la orografía del camino y disfrutando
de la diferencia entre lo llano
y lo abrupto.
Escrito en Junio 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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